martes, 28 de octubre de 2008

Desahogo


Muss es sein?
Milan Kundera cuenta, en La Insoportable levedad del ser, que esta frase es uno de los dos motivos sobre los que está escrito el último cuarteto de Beethoven y es sin duda, también, el motivo sobre el cuál construyó el autor checo su novela.
“¿Debe ser?” , pregunta Beethoven y, a su vez, se lo pregunta Tomás, el personaje principal del texto, y, a su vez, me lo pregunto yo con frecuencia haciendo referencia a mi insoportable terquedad de hacer fotografía.
Cabe aclarar qué entiendo por “hacer fotografía”: no sé a quién le compré la idea ; pero “hacer” algo en la vida, lo entiendo también, como vivir de ese mismo quehacer, es decir, ser sustentable.
No quiero entrar en honduras y debates, la más de las veces, nimios, sobre estos asuntos que tan prosaicamente manchan el blanco halo del arte con la odiosa costumbre de comer , vestir y darse uno que otro lujito, cosas que no tengo empacho en decir, me gustan.
Sí, sé el sentido de la palabra sacrificio y constancia, ¿dos terceras partes de mi vida tomando imágenes me darán la categoría de persistente? Sin embargo, esto es más bien un desahogo por tener que enfrentar una vez más, como siempre, la imperiosa necesidad de promover el trabajo que hago.
NO ME GUSTA, CAREZCO DE LABIA, SOY PENOSO, PREFIERO LA COMODIDAD DE MI CASA Y EL CONFORT DE MI ESTUDIO CUANDO TRABAJO EN UNA FOTOGRAFÍA,¡¡¡¡ arggggggggggggg!!!!!!
Rabieta concluida… dejo constancia de mi desazón ante esta situación, que espero quede muy claro, me cuesta “Dios y ayuda”, por no ser vulgar y de “malescribir”.
Finalmente, lo afirma Beethoven, lo dice Tomas y lo acepto yo: “¡Debe ser!,¡debe ser!” (Es muss sein!), soy un fotógrafo que hace las imágenes que hace… me gusta.

2 comentarios:

Karla Garduño dijo...

pero qué rabieta, niño, te pareces a Tomas. Contra todo argumento anticapitalista y neoliberal, cada acto de la vida es una venta, nos estamos vendiendo todo el tiempo; buscamos, consciente o inconscientemente, revestirnos para ser atractivos en el aparador, no hace falta labia ni ser amigo de Alex Dei, basta con entrar en el complicado proceso de convivir con los demás, basta con abrir un blog, con escribir cualquier cosa, con tratar de convencerse a uno mismo de lo que debe ser.

carla garibi dijo...

Uf! Cuánto me encantaría poder dedicarme a hacer lo que amo sin tener que preocuparme por el hecho de que sea vendible: mis clases, la investigación...odio tener que vender para comer.

(Por suerte, existen otras cosas que amo, que nunca me han dado ni me darán un peso y que están fuera de esta horrible lógica mercantil)

Personalmente, estoy harta de "venderme". Comparto tu aghrrrrghhhgggshh!