lunes, 13 de julio de 2009

De entre mis recuerdos


“He says his bodys too old for working
I say his bodys too young to look like his”
Fast Car. Tracy Chapman


Entre las muchas cosas buenas que me he dejado el periodismo se encuentra el haber conocido a Amy Eldon.
Recuerdo la emoción cuando obtuve la cita para la entrevista con la hermana de Dan Eldon, el joven fotógrafo asesinado a pedradas por una turba de somalíes molestos por el bombardeo erróneo de las Naciones Unidas a un mercado de Mogadishu (sí, con las bombas inteligentes pasa los mismo que según dice mi amigo Juan sucede con las pistolas: son pendejas en manos de peligrosos).
Amy Eldon visitaba Guadalajara para presentar un documental de su autoría sobre la labor de los corresponsales de guerra, un intento por comprender cómo alguien puede poner su vida en riesgo todos los días con tal de recoger las imágenes de lo que ocurren en sitios con enfrentamientos militares.
Pasé la tarde y la noche anteriores a la entrevista recolectado y leyendo información tanto sobre el trabajo de Dan Eldon como del documental, finalmente y como lo habíamos acordado Amy llegó a la cita escoltada por el corresponsal en México de la cadena CNN.
Era muy temprano y en el periódico había muy pocas personas; pero recuerdo bien que a todos los que estábamos ahí nos sucedió lo mismo, Amy no sólo es una mujer muy hermosa, tiene una personalidad y un carisma que te obligan a detener lo que estés haciendo y mirarla.
Debo confesar que tardé algunos segundos en volver en mí después de que me saludó, tomé aire, pasé saliva e inicié con las preguntas que tenía preparadas. Después de eso todo fue de maravilla, sobre todo gracias a la sencillez y amabilidad de la entrevistada; el corresponsal de CNN tenía pose de aburrirse como ostra.
Terminé la entrevista, nos despedimos y me puse a escribir mi nota que salió publicada al día siguiente como previo a la presentación del video, la cual se llevaría a cabo por la tarde.
Asistí a la proyección y al terminar el evento Amy se acercó y me regaló una copia de un libro que desde entonces atesoro con especial cariño, no sólo porque me lo dedicó con algunas palabras en un pésimo español, sino porque se trata de mi parte favorita del trabajo de Dan Eldon. (puedo confesar esto ahora que mi jefe no me puede regañar por aceptar el regalo).
El libro se llama: The journey is the desitination”, se trata de una selección de las páginas que a manera de diario visual llevó este fotógrafo durante se corta vida, recordar que el incidente que le costó morir, sucedió cuando él apenas contaba con 22 años.
Eldon no sólo tuvo una vida fugaz e intensa, su existencia fue poco convencional, hijo de padre inglés y madre norteamericana, vivió la mayor parte de su vida en África aunque tuvo la oportunidad de viajar por buena parte de Europa y algunos estados de la tierra materna.
Las páginas de sus diarios si bien tienen un toque muy ingenuo (verdaderamente cabe aquí el adjetivo naive), son impactantes y transmiten verdaderamente los estados de ánimo de su creador, quien continuamente da muestras de su talento fotográfico, de su calidad creativa y de sus habilidades para el diseño.
Mucho tiempo después y recién estrenados mis 38 años, recupero esta experiencia porque me siento motivado, bien podría decir: urgido, por intentar llevar mis propios diarios visuales.
Mi vida está muy lejos de ser exótica como la de Dan Eldon y sin embargo, hay cosas, hay emociones y sobre todo ideas, que quisiera dejar en papel, quiero hacer mi propio viaje, veamos a dónde me lleva.
Inicio mi registro con la foto que presento en esta entrada, se trata de una imagen que duró varios días en mi departamento (los lugares donde he vivido siempre han funcionado como estudios), y que corresponde precisamente a una época cercana a esa en la que sucedieron las cosas que narré sobre mi encuentro con la familia Eldon.
Durante varios días trabajé esta imagen que llevaba meses rondando mi cabeza y que sirvió para abrir o dar pie a dos de mis series: Ultravioleta y Presencias. Me parece, entonces, un buen punto de partida. La imagen no es la mejor y empezar aquí significa que habrá un hueco temporal entre ésta y las siguientes imágenes, no importa, esa es la idea, finalmente, en el viaje está el destino.